Tailandia: La antiglobalización cerril con una sonrisa

Quieren ser distintos y libres, después de milenios de lucha contra chinos, birmanos y malayos. Por eso, adoran al rey, a los monjes budistas, su lengua, a los niños, las mascotas, sus costumbres, la forma de vida laxa.. defendiendo con uñas, dientes y leyes autárquicas su territorio. Por ejemplo, un extranjero no puede tener propiedades en Tailandia a no ser que se asocie con un nativo.
El extranjero es para ellos, si va a quedarse menos de un mes (para una estancia mayor se necesita visado!!), una fuente de ingresos. Y una amenaza si va para quedarse más tiempo, al cual volverán loco con trámites y los pagos de tasas y otros impuestos revolucionarios, tal y como se hace en Cuba para desincentivar que el paraíso se les llene de "farang" y les robe el pan, las playas, los negocios.. que las mujeres les sobran, y deben suponer una parte importante del PIB. Atendiendo a la demanda, también ahora hay turismo sexual gay.
Son elegantes en las formas: Estilizados hasta parecer anoréxicos, hablan muy bajo, sonríen y mantienen una prudencial distancia. No te robarán, pero tratarán de estafarte por se extranjero, creen que estás obligado a pagar más, porque tienes un nivel de vida más alto que ellos.
Políticamente sólo son monárquicos: el Rey apoya todos los golpes de Estado e intentos de convocar elecciones democráticas, vengan de donde vengan. Eso sí, no ha habido ni un herido en el último golpe de estado del pasado septiembre, deponiendo al gobierno de mayoría china mientras el presidente estaba en Londres, acusado de corrupción. No podrá volver a Tailandia.
Enormes retratos del rey presiden desde la calle TODOS los edificios oficiales, y algunos privados; gente de todas las edades lleva camisetas conmemorativas del 60 aniversario de su llegada al trono: Son una gran marea amarilla, color de la casa real, por simbolizar el oro, y es que "les gusta más el dorao que a una gitana".