lunes, julio 17, 2006

Lagartas, tan claras.. como el barro.

¿Las mujeres somos complicadas? Yo las conozco más simples que el asa de un cubo, buenas, malas, peores y mantis religiosas.
El prototipo más peligroso, la mantis religiosa, es altamente letal. Una mezcla de ambición sin límites, inteligencia, armas infalibles y pocos escrúpulos puede llevar a un hombre al suicidio. Son esa mujeres que enamoran a todos y se dejan querer, pero no tocar; siempre con un fin económico o social muy claro. Son capaces de convencerte de que lo blanco es negro, de hacer que las personas que las incomodas por haberlas calado queden al margen, excluidas, marginadas. De traicionar a sus mejores amigos y encima convencer a todos de que ella es la víctima.
Si encuentras una mantis, aléjate. Tarde o temprano todos la calan, pero lo que tocan lo envenenan. No es tu amiga, sólo eres un medio para alcanzar sus sueños.

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